
He corrido tan aprisa, que he alcanzado a mis perseguidores,
y ya veo sus espaldas
donde noto que llevan peces ocultos,
mientras los ciudadanos no nos ven,
a pesar del frenesí de la estampida,
el de las hormigas en zancos
que además cargan en el abdomen un bandoneón,
para dar cuenta de un tango subterráneo,
en la platea de sombras visibles
que intentan apagar unas margaritas que porfían
y no entienden que es invierno,
y no hay oráculos,
ni coronas,
ni un dolmen acariciando la luna
la que tiene el brillo de tu rostro,
amada desprendida del margen
silente,
en la mudez del rojo
lejos de mi obscena marginalidad
menguando cuando te cito,
para así volverte nueva e invisible,
hasta que respondes
repitiendo el ciclo,
imitando hielos antárticos
aguas adentro
para llegar a ser solo recuerdos ecuatoriales.
Nada pude
ante aromas cargados de quimera,
solo eso
dádivas tras un espejo..
Aunque nada es tan abrasivo como la huída,
ni tan hostil como un ruego sin fe
pues será instalado en la centrípeta noche
para vernos huir en sentido contrario
dejando regadas las muecas insurgentes,
sin destino ni parapetos en el canto de una nebulosa
como toda las alegoría del siglo
como Dios abandonando
año tras año
con la excusa de un propósito
y sin la imaginación
para inventar una respuesta.
.
y ya veo sus espaldas
donde noto que llevan peces ocultos,
mientras los ciudadanos no nos ven,
a pesar del frenesí de la estampida,
el de las hormigas en zancos
que además cargan en el abdomen un bandoneón,
para dar cuenta de un tango subterráneo,
en la platea de sombras visibles
que intentan apagar unas margaritas que porfían
y no entienden que es invierno,
y no hay oráculos,
ni coronas,
ni un dolmen acariciando la luna
la que tiene el brillo de tu rostro,
amada desprendida del margen
silente,
en la mudez del rojo
lejos de mi obscena marginalidad
menguando cuando te cito,
para así volverte nueva e invisible,
hasta que respondes
repitiendo el ciclo,
imitando hielos antárticos
aguas adentro
para llegar a ser solo recuerdos ecuatoriales.
Nada pude
ante aromas cargados de quimera,
solo eso
dádivas tras un espejo..
Aunque nada es tan abrasivo como la huída,
ni tan hostil como un ruego sin fe
pues será instalado en la centrípeta noche
para vernos huir en sentido contrario
dejando regadas las muecas insurgentes,
sin destino ni parapetos en el canto de una nebulosa
como toda las alegoría del siglo
como Dios abandonando
año tras año
con la excusa de un propósito
y sin la imaginación
para inventar una respuesta.
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9 comentarios:
La poesía llevada a una intensidad que deja una gusto extraño.
Un abrazo poeta
Marcela
Podríamos leer poemas con un vino ahora.
No basta el mar amigo
Besos
(p+)
excelente ritmo con imagenes que soñando nos despiertan.
un fuerte abrazo.
uuuy mi querido Enrique, la belleza del amor salta de tu pluma.
Nada mas que decir, un abrazo
Amigo Enrique, tanto tiempo.. sólo pasaba a saludar... como siempre, excelentes tus poemas... es grato pasar por aquí.
Salud... nos leemos luego.
imaginación
como llave a la creación
abrazotes
m
Un poema muy potente, gracias por volver con tus versos.
Antonio
gracias Marcela, para mi también es una sensación extraña.
un abrazo
Paloma, hay que esperar que lleguen las tertulias, las buenas tertulias.
un abrazo hasta Viña
Basquiat: que bueno tenerte de visita por acá, nos vemos
Francisca: Bueno espaeraba un comentario más técnico, ja,ja
Felix. si amigo harto tiempo, iremos de visita entonces.
Matias: Gracias amigo, debemos concertarnos para un té verde
una brazote
Antonio: Que bueno saberte, a ver si nos vemos en una expo
un abrazo
Eres un geógrafo de la ruta ensoñada... muy muy bello..
Un abrazo!!
Natalie.
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