
De corregir cada día el curso vengo,
pues te busco mujer antártica
como ávido inmigrante llego a la zona de nuestra memoria
donde luces las horas compartidas
nada más que un té y unas tostadas
para desatar relatos al sol
como una mañana en tu casa jardín.
así entonces pinto tus margaritas
que eran mías
y de donde aprendí estos versos
pues atada llevas la sonrisa
que luce el mejor emblema de tu rostro
y de saberse sobreviviente entre una especie extinta.
pues te busco mujer antártica
como ávido inmigrante llego a la zona de nuestra memoria
donde luces las horas compartidas
nada más que un té y unas tostadas
para desatar relatos al sol
como una mañana en tu casa jardín.
así entonces pinto tus margaritas
que eran mías
y de donde aprendí estos versos
pues atada llevas la sonrisa
que luce el mejor emblema de tu rostro
y de saberse sobreviviente entre una especie extinta.